El padre que recurrió al Síndic reitera que el colegio sigue sin usar el castellano

La intención manifestada por la Generalitat de que el valenciano sea su lengua de comunicación preferente está levantando ya las primeras ampollas. El Síndic de Greuges ha vuelto a reabrir una queja por la que ya apercibió en febrero a la Conselleria de Educación por no respetar los derechos lingüísticos de un padre.

El escrito emitido en febrero por la Sindicatura recalcaba que la promoción del valenciano no puede ir en detrimento del castellano. La magistratura trasladaba así la queja de un padre que denunciaba que el colegio de su hijo (un centro rural agrupado) se negaba a utilizar el castellano en las comunicaciones que le dirigía.

Pero cuatro meses parece que la reclamación del Síndic ha caído en saco roto. El padre ha vuelto a presentar una queja señalando que se siguen sin respetar sus derechos lingüísticos.

El denunciante había comunicado al Síndic en su primer escrito que el colegio se había negado a remitirle las comunicaciones en las dos lenguas cooficiales de la Comunitat aludiendo al reglamento de funcionamiento interno del centro.

Por otro lado, la Conselleria de Educación explicó que la intención de la Generalitat es que el valenciano sea su lengua preferente y avaló con ello la actuación del colegio. Ante ello, la Sindicatura de Greuges consideró que se estaban violando los derechos del padre recogidos en la Constitución y en el Estatut.

Entre los argumentos, el Síndic de Greuges hizo alusión al «derecho que asiste a cualquier ciudadano, en sus relaciones con la Administración, a elegir la lengua en la que se desean que se produzcan las comunicaciones y la tramitación de los expedientes, y surge el correlativo deber de la Administración de respetar esa elección y de utilizar el idioma que aquél hubiere elegido».

Es más puntualizó que «la necesidad de promover el valenciano no puede, en ningún caso, suponer una discriminación hacia aquellas personas cuya lengua habitual es el castellano, ya que no puede prevalecer una sobre la otra». Ante el escrito del Síndic, la Conselleria Educación manifestó que instaría al colegio rural agrupado a que modificara su actuación para que las comunicaciones le fueran remitidas al padre en las dos lenguas cooficiales de la Comunitat.

Apenas cuatro meses después, el padre ha vuelto a ponerse en contacto con la Sindicatura para reiterar su denuncia de que el centro sigue sin respetar sus derechos lingüísticos en las comunicaciones. Desde la dirección del centro educativo se limitaron a señalar ayer a este periódico que «estamos aplicando estrictamente lo que nos ha pedido el Síndic».

Conselleria de Transparencia

La Sindicatura de Greuges también ha remitido un apercibimiento a la Conselleria de Transparència en el que le recuerda que tanto la Constitución como la legislación vigente «le imponen respetar los derechos lingüísticos de los administrados y de utilizar en los procedimientos y en cualquier forma de comunicación la lengua, castellana o valenciana, elegida por los mismos».

El Síndic recoge la queja de una ciudadana que denuncia que al dirigirse al teléfono 012 se vulneran sus derechos lingüísticos ante las dificultades que encuentra para poder comunicarse en castellano.

La Sindicatura recrimina a la Conselleria, con argumentos similares a los empleados en la queja del padre del colegio, el hecho de que el informe remitido esté exclusivamente redactado en valenciano, cuando el expediente de queja se inició en la lengua de la promotora (en castellano) y la petición del Síndic fue en la misma lengua. Además, insta a Transparència a que tome las medidas para que se pueda comunicar con el 012 en las dos lenguas cooficiales de la Comunitat.