La hoja de ruta de Livermore para Les Arts

«No soy María Estuardo, a quien le vayan a cortar la cabeza. Voy a dirigir Les Arts, que es uno de lo s teatros más grandes del mundo». Sin miedo y con fuerza. Así, se presentó Davide Livermore ante los medios de comunicación. «Yo soy un artista, que trabaja 16 horas», dijo. Está dispuesto a dejarse «el alma y el corazón» por el auditorio. Livermore agradeció hasta en cinco ocasiones a Helga Schmidt su confianza en él y la labor de la intendente en el Palau de les Arts. Livermore no es Schmidt. Él acude al coliseo en moto (no en coche oficial), tiene su residencia en un apartamento en Alboraia (no en un hotel de cinco estrellas) y luce unos zapatos Dr. Martens (en lugar de complementos de marcas de lujo). Hincha del Torino y padre de tres hijos, toma el relevo con numerosas ideas y proyectos. Considera que la imagen del Reina Sofía no está dañada ni por el 'caso Schmidt' ni por la caída del trencadís, que estará repuesto, dijo, «en septiembre». Desprende fuerza para abordar las dificultades y pretende consumir el mandato de cuatro años. Livermore avanzó ayer su particular partitura para Les Arts.

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