El tenis de élite seguirá en el Ágora dos años más

La bola seguirá botando en el Ágora. Ayer, mientras en la pista del Valencia Open 500 se definían las semifinales, en los despachos estaban de enhorabuena. Tras varias jornadas de intensas y duras negociaciones, el torneo zanjó el acuerdo con la Generalitat para que permanezca en la ciudad durante, al menos, los dos próximos años. Los astros del tenis continuarán dando espectáculo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La Generalitat Valenciana mantendrá la misma inversión que hasta ahora. Es decir, destinará 1,5 millones de euros por temporada. Esta cantidad supone el 20% del actual presupuesto general, de 7,5 kilos.

Los propietarios del Valencia Open, Juan Carlos Ferrero, David Ferrer y Conchita Martínez, tienen la licencia del ATP 500 hasta 2018. Sin embargo, antes de garantizar que la cita no se iba a marchar de la Comunitat, había que cerrar el acuerdo con el Consell. Algo que ocurrió ayer.

«La aportación es de la Generalitat es importante», admite David Serrahima, director ejecutivo del torneo. Admite que, en caso de no haberse ampliado el pacto con el Gobierno valenciano, el Open se habría despedido de la ciudad casi con toda seguridad: «No era 100%, pero sí muy posible».

Serrahima pone en relieve la importancia de que las mejores raquetas continúen visitando la capital del Turia: «Queremos que Valencia y la Comunitat entiendan que este es un proyecto positivo para todos».

Los dueños del torneo han recibido propuestas serias desde 2009: «Cada año recibimos ofertas para ir a otro país. En los últimos seis años hemos recibido cinco a seis ofertas en firme para ir a otras ciudades. Pero Juan Carlos y David quieren hacer el torneo en Valencia. Su voluntad es clara. No quieren ser propietarios de un 500 en otro país».

Ferrero se mostraba exultante después de que las conversaciones llegaran a buen puerto. «Nos llena de alegría. Poder mantener el tenis de élite en nuestra comunidad y contar con una fecha del ATP World Tour en 2015 y 2016 es algo positivo para el territorio, para el tenis de la Comunitat y para el tenis español en general. Siempre hemos creído en la viabilidad del proyecto y ahora podemos confirmar su continuidad», comentó el de Ontinyent. Ferrer también celebraba el entendimiento: «Estoy feliz porque es en casa y porque formo parte del torneo».

El Consell destacaba la relevancia de la prolongación del acuerdo: «El Gobierno valenciano, consciente de la importancia que tiene para la promoción internacional de la imagen de la Comunitat, hace así manifiesto su apoyo a este evento que, tras 12 ediciones consecutivas, ha conseguido más de 160.000 espectadores de media por edición».

Más allá de la Generalitat, el Valencia Open también ha renovado sus compromisos con la mayoría de patrocinadores. Algo esencial, ya que estas empresas privadas cubren ni más ni menos que el 45% del presupuesto de la presente edición.

Serrahima trabaja para hallar una compañía de la Comunitat dispuesta a apostar fuerte por el torneo: «Nos encantaría que una empresa valenciana asumiera el reto de asociarse y liderara el proyecto para hacer crecer el torneo. Somos un proyecto 100% valenciano y queremos que se alargue en el tiempo».

El Open tiene un impacto económico en la Comunitat de 7,4 millones en cada edición. El 85% del personal y los proveedores contratados son valencianos. Para la semana del torneo, se vende unas 15.000 entradas a aficionados de fuera de la región que dejan 2,8 kilos en la ciudad entre hoteles, taxis, comidas...

Y el valor del tiempo que aparece la marca Valencia en televisión durante la retransmisión asciende a 48 millones.

El Valencia Open dibuja una progresión por lo que respecta a la expectación. El aspecto de las gradas dibuja un mejoría. «En taquillas ya estamos un 17% por encima del año pasado a estas alturas. El torneo está creciendo», concluye Serrahima.