Se acaban los calificativos

El Valencia Basket mantuvo su impoluta racha de victorias en su visita a Zaragoza, tras imponerse con claridad a un conjunto aragonés que siempre fue a remolque en el marcador y que en ningún momento dio la sensación de poder remontar las ventajas del conjunto levantino.

El equipo de Pedro Martínez demostró las razones por las que está invicto tanto en competición nacional como internacional y se mostró muy superior al aragonés gracias a que fue mejor en casi todas las parcelas del juego y además contó con un Justin Hamilton excepcional, que acabó el partido siendo el mejor jugador del partido con 20 puntos, 9 rebotes y 27 de valoración y que estuvo muy bien secundado por Antoine Diot, Jon Stefansson y Rafa Martínez.

El equipo maño se acercó en el tercer cuarto a cinco puntos y al inicio del último a cuatro, pero en ambas ocasiones el conjunto naranja reaccionó de inmediato para poner distancias de alrededor de diez puntos en el marcador dando la sensación de apretar solo cuando lo necesitaba.

Un intenso CAI en defensa tomó la delantera al inicio del encuentro (6-0), en apenas minuto y medio, pero una vez repuesto de la sorpresa, el conjunto de Pedro Martínez se colocó por encima (8-9) en el minuto 4, gracias a la combinación de acierto en el tiro y a una presionante defensa.

A partir de ahí, igualdad en el juego y un marcador ajustado en el que el dominio del rebote foráneo, unido a los cinco triples que anotó, le colocó por delante al final de los primeros diez minutos.

El conjunto que hoy dirigía Pep Cargol provisionalmente consiguió igualar en el electrónico a 26 en el minuto 12, pero un parcial de 0-10 cuando el marcador registraba 37-38 y en apenas tres minutos, catapultó a los de Pedro Martínez que con un gran Justin Hamilton (13 puntos, 5 rebotes y 19 de valoración) llegaron a la media parte con una cómoda renta de diez puntos (40-50).

Una reacción de genio local le acercó hasta los cinco puntos (55-60) en el minuto 26, pero los visitantes apretaron lo suficiente para volver a poner la distancia de seguridad al término del tercer cuarto (60-70).

En el cuarto final, la historia volvió a repetirse nuevamente. Un CAI muy acertado en el inicio, catapultado por Halil Kanacevic, se ilusionó poniéndose a cuatro puntos (66-70) pero, de nuevo, fue el sueño de una noche de verano porque, en unos minutos de dominio del rebote ofensivo, los valencianos tuvieron dobles opciones de anotar que no desperdiciaron para, en dos minutos, volver a los diez puntos y superar luego esa renta ante un CAI ya apagado y resignado ante la superioridad de su oponente.