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Un vehículo se dirige el lunes hacia la calle Ángel Custodio por la colocación de bolardos en Concordia. :: pablo mammana
Una nueva restricción al tráfico de coches desata las críticas vecinales en el barrio del Carmen de Valencia

Una nueva restricción al tráfico de coches desata las críticas vecinales en el barrio del Carmen de Valencia

Los residentes denuncian que se sienten encerrados en sus calles y alertan del riesgo de bloqueo ante una emergencia

PACO MORENO

Martes, 24 de mayo 2016, 21:39

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«Parece que quieran convertir esto en un gueto, donde los vecinos no podamos entrar ni salir». El presidente de la asociación vecinal de Ciutat Vella, Rafael Mampel, respondía el pasado miércoles de esa manera a la colocación de dos bolardos en la calle Concordia, cortando el tráfico que llega desde Portal de Valldigna y obligando a los conductores a buscar otro itinerario.

La primera calle se sitúa entre Serranos y la zona donde subsisten los restos de la muralla musulmana, como Salinas y la plaza del Ángel. No obstante, fuentes de la concejalía de Movilidad desvincularon este cambio en la ordenación del tráfico con lo realizado hace unas semanas en el acceso principal del Carmen.

La modificación se debe, precisaron las mismas fuentes, a una petición anterior de una residencia situada en Concordia. La idea es transformar «ese tramo en zona de viandantes, para que puedan salir así las personas con movilidad reducida a la calle sin peligro. Son desmontables y las ponen ellos algunas horas». A preguntas de LAS PROVINCIAS, fuentes de la residencia no pudieron precisar esta solicitud, al estar ausente la directora.

En todo caso y al margen de la procedencia de la petición, las tres asociaciones vecinales consultadas criticaron la ausencia de información previa: «nos hemos enterado cuando han colocado los bolardos», señaló Josep Montesinos, miembro de la plataforma vecinal de afectados por el plan de la muralla islámica. El corte al tráfico obliga a los vehículos a seguir por la calle Ángel Custodio hacia la calle Roteros, aunque «es complicado porque lo indicado es salir hacia Serranos y por algunas calles no cabe el coche».

Un nuevo cambio que ha sido motivo de crítica por estas asociaciones. «Estamos a favor de los itinerarios bucle para que sólo entren los vecinos y se eliminen así los atajos, aunque estos obstáculos pueden suponer un problema serio en caso de emergencia», comentó Montesinos.

En la misma línea se manifestó Mampel, al precisar que «pediremos al Ayuntamiento el plan de evacuación y emergencia del barrio. Si lo piden cuando se abre cualquier comercio, con las calles debe ser lo mismo porque afecta a los vecinos».

Antonio Sanchis, presidente de Amics del Carme, aseguró por su parte que también desconocía cualquier cambio en la ordenación del tráfico en las calles citadas. Esta asociación pidió la mejora de aparcamientos en el barrio tras las restricciones de acceso entre las calles Salvador y Serranos, aunque el empleo de solares fue descartado por el Consistorio.

Los bolardos son del mismo modelo que los colocados en la calle Caballeros, es decir, fijados al suelo con una llave que sólo tienen los servicios de emergencia (Policía Local, bomberos y ambulancias). Montesinos apuntó que «en la calle Portal de Valldigna hay varios garajes afectados, mientras que los que lleguen por el otro lado, desde Concordia, debe ir marcha atrás desde la residencia para salir».

Este acceso está señalizado con la placa de «calle cortada» y el propio Montesinos comprobó el lunes a las ocho de la tarde que los bolardos seguían colocados, lo que aumenta las sospechas de los vecinos de que es una reordenación permanente.

Afecta a calles que están pavimentadas sin aceras, es decir, que no se distingue la zona peatonal de la reservada al tráfico privado. Por esta razón, pueden ser consideradas con la primera categoría, pese a que tienen varios garajes.

La concejalía de Movilidad inició el pasado 1 de mayo los cambios necesarios para eliminar el tráfico de paso de vehículos privados por el barrio. El principal itinerario cortado fue el que nacía en la plaza de los Fueros, para seguir por Serranos, Caballeros, la plaza del Tossal y la calle Quart. Ahora se suma el de Portal de Valldigna, que llegaba también a Caballeros por la calle Borgia.

La reordenación ha dejado Serranos en dirección contraria, con lo que se ha reducido sensiblemente la intensidad del tráfico. Además, se han colocado maceteros para estrechar más el espacio destinado a los vehículos que llegan desde las inmediaciones de la plaza de la Virgen y la calle Salvador.

La reordenación de esta parte del Carmen llega después de un proyecto similar en el entorno de la Lonja, donde la avenida María Cristina tiene sólo un carril y un desvío para los vehículos que no están autorizados hacia la calle Calabazas. En este caso, las críticas llegaron sobre todo de los vendedores del Mercado Central, al considerar que las restricciones de tráfico debían esperar a la apertura del aparcamiento de la plaza de Brujas. Este parking está inacabado y todavía debe salir a concurso para que una empresa asuma la última fase de las obras y su explotación posterior.

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